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La capacidad de controlar un vehículo equipado con neumáticos desciende en algunas circunstancias. Una de dichas circunstancias se produce en invierno, cuando la nieve y el hielo afectan a la interacción neumático-pavimiento y, por lo tanto, a la fricción. En esas condiciones puede perderse el control del vehículo, lo que aumenta la distancia de frenado y causa volantazos no seguros. La presencia de nieve, hielo, agua, arena o productos químicos vuelve aún más compleja la interacción neumático-pavimiento. El fenómeno de la fricción, por ser una propiedad interfacial, depende tanto del neumático como del pavimiento subyacente. Por lo tanto, la fricción sobre hielo y nieve depende tanto del material (nieve/hielo) en sí mismo como del sistema al que pertenece. En ingeniería de pavimientos, el sistema formado por neumático, pavimiento, medio interfacial como nieve/hielo y entorno se denomina tribosistema. En invierno se llevan a cabo numerosos ensayos en interiores y exteriores para saber más sobre este sistema en condiciones de hielo y nieve. No obstante, los ensayos en exteriores son difíciles debido a la impredecibilidad de las condiciones meteorológicas y del área de ensayo. Por otra parte, los ensayos en interiores permiten entender el sistema en condiciones controladas. Hay varias instalaciones conocidas en las que se investiga la interacción neumático-pavimiento y, por lo tanto, el fenómeno de la fricción en interiores. Sin embargo, la mayoría de ellas no permite realizar ensayos lineales de neumáticos reales que giran a alta velocidad de ensayo, especialmente sobre calzadas con nieve o nieve salada. La finalidad del Analizador Lineal de Condiciones Superficiales de Calzada (LARS, por sus siglas en inglés) de nuestro centro de investigación es precisamente suplir esta carencia. Nuestro laboratorio se basa en el LARS y en una máquina de producción de nieve (Lumi). El objetivo de este artículo es ofrecer una descripción detallada de nuestras instalaciones.