N°386Índice

Obviamente, siempre con un espíritu técnico y científico, en las mesas internacionales de la Asociación Mundial de la Carretera (PIARC) en las que participamos, los expertos en conducción automatizada y carreteras inteligentes también han evaluado la opción cero. Se han preguntado si las ventajas de los vehículos automatizados y de las carreteras inteligentes son mayores o menores que sus costes. También se han preguntado si podríamos pasar sin ellas. Si realmente merecen la pena. Y la razón principal por la cual están convencidos de que sí no tiene que ver con el confort de la conducción. Tampoco tiene que ver con la posibilidad de trabajar tranquilamente en el vehículo. Sino que tiene que ver con los dramáticos datos de seguridad vial actuales. Solo el año pasado se produjeron en todo el mundo 1.200.000 muertos, de los cuales 260.000 eran niños, y 59 millones de heridos. En Europa se produjeron 25.000 víctimas, 3.300 de ellas en Italia. Se trata de accidentes que la conducción automatizada podría eliminar. De hecho, el 94% de dichos accidentes fueron causados por errores humanos: distracción, uso de teléfonos móviles al volante, velocidad excesiva, etc. Por esta razón, las directivas europeas han decretado la obligatoriedad de algunos ADAS (sistemas avanzados de asistencia a la conducción) como: frenada de emergencia, control del nivel de alcohol, control automático de mantenimiento de carril o encendido automático de los cuatro intermitentes en caso de frenada brusca. La idea es que, eliminando el factor humano causante de accidentes, la conducción asistida y posteriormente autónoma podrá permitir lograr un futuro con cero muertes por accidente de tráfico. Por supuesto, dicho objetivo solamente se logrará cuando los vehículos automatizados estén en circulación. Por esta razón se están llevando a cabo ensayos de conducción autónoma en todo el mundo tecnológicamente avanzado. Por esta razón los países más avanzados están llevando a cabo proyectos para digitalizar las carreteras, transformarlas en carreteras inteligentes que puedan facilitar al vehículo autónomo y al usuario la mayor cantidad de información posible y el mejor entorno en el que viajar. Por esta razón expertos de todo el mundo que trabajan con la Asociación Mundial de la Carretera (PIARC) están intercambiando de forma intensiva conocimiento técnico sobre ensayos de conducción autónoma y construcción de carreteras inteligentes. Italia también está trabajando en este sentido y prevé la progresiva digitalización de sus carreteras principales (pertenecientes a la red europea) para 2025 a través de las disposiciones del Ministerio de Infraestructura y Transporte. Y en este contexto, ANAS, la autoridad italiana encargada de las carreteras nacionales, está llevando a cabo un proyecto ambicioso para transformar 3.000 km de su red en carreteras inteligentes.