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Existen distintas formas de optimizar el rendimiento de un túnel de carretera a lo largo de su ciclo de vida garantizando siempre el nivel requerido de seguridad. Un posible enfoque es la monitorización de la Fiabilidad, disponibilidad, mantenibilidad y seguridad (RAMS, por sus siglas en inglés) de los sistemas, basándose en requisitos definidos previamente. Esta metodología se ha utilizado ampliamente en muchos sectores (militar, aeroespacial, químico, etc.). En el sector del transporte, se aplicó por primera vez a nivel ferroviario, pero puede adaptarse fácilmente al transporte por carretera, incluyendo los túneles de carretera, por lo que resulta cada vez más interesante para operadores tanto públicos como privados. A finales de 2018, el Comité Técnico Explotación de Túneles de Carretera elaboró un nuevo informe técnico sobre este tema en concreto.